PEPITA PULGARCITA

Posted by Comiendo por Murcia on 05/03/2014 · 5 comentarios 

Hoy volvemos con muchas ganas para hablaros de un bar al que hace tiempo que queríamos ir, pero no nos fiábamos por si la cuenta nos acababa saliendo cara.

Se trata del Pepita Pulgarcita, seguro que más de una vez habréis pasado por delante de este bar situado en la Plaza de las Balsas, 3 pegadico al Palacio del Kebab y junto a la cervecería La Troya.

El local dispone de un comedor con mesas altas y largas con taburetes, ideales para grupos y de una terraza. Todo el lateral del restaurante es un gran escaparate. Tras la barra se pueden ver la gran variedad de vinos de los que disponen. Según nos han contado amigos que han ido, la idea de las mesas altas con taburetes es que puedas hablar y estar de picoteo con la gente de tu mesa.

La carta está dividida en ensaladas, tapas, platos para compartir y postres. Una carta bien surtida y con fotos de los platos muy bien presentados. En la pantalla también van pasando fotos de los platos, información de las promociones, etc. Como se puede apreciar es el sitio perfecto para cenar de tapeo y después quedarse a disfrutar de una copa.

Nosotros fuimos un martes porque hemos oído que a finales de semana es difícil encontrar sitio si se va sin reserva, así que preferimos no arriesgar e ir entre semana para poder disfrutar tranquilamente de la comida. El problema de esto, es que pedimos algunos platos que ese día no tenían preparados, pero aún así nos fuimos bien apañados 🙂

Nos decantamos por una ensalada de espinacas, un risotto de setas, unas vieiras y una trilogía de croquetas. Estos dos últimos platos no los tenían, así que lo cambiamos por unos thai noodles y unas samosas al curry. Al final creemos que nos salió muy bien el cambio. Pedimos una caña y una botella de agua mientras esperábamos la comida.

En primer lugar llegó la ensalada de espinacas. Llevaba cebolla, hojas de espinacas, jamón, tomate cherry, queso de cabra y trozos de pan crujiente. Nos pedimos el tamaño pequeño y es adecuado para dos personas, aunque al final se la comió entera uno solo de nosotros porque el otro es anticebolla. En esta ensalada sobresale mucho el sabor de la cebolla y en conjunto queda muy bien porque el salado del jamón salteado y del queso de cabra complementan muy bien esa frescura y ese sabor picante de la cebolla.

Nos sirvieron luego las samosas al curry. Son unas pequeñas empanadillas de masa crujiente rellenas de verduras y carne. Es un plato típico asiático y no puede faltar una salsa picante que sirven en un cuenco. Consistía en unas 12 unidades. Tienen un punto crujiente muy bueno, el interior jugoso y un toque picante muy rico. Un plato que nos sorprendió, perfecto para abrir boca y con una buena cantidad para dos personas.

A continuación probamos los thai noddles. Nos sirvieron un cuenco de tallarines con dos langostinos y tiras de verduras salteadas. Estaban aderezados al estilo oriental, con especias, pimiento, curry, cebolla, sésamo, y pimienta. Los langostinos tenían un buen tamaño y estaban muy tiernos y sabrosos. Algunos tallarines estaban un poco quemados, una pena este fallo porque el conjunto del plato estaba bien. Como plato para dos personas puede que se quede corto, pero para una esta bien.

Por último llegó el risotto de setas. Pedimos esto porque nos han dicho que es la especialidad de la casa y lo preparan como en ningún otro sito. Viene acompañado con una salsa de perejil que le da un toque muy fresco. El arroz estaba muy meloso, la cantidad de setas era abundante y el conjunto resultaba espectacular. Es el mejor que hemos probado hasta ahora y creemos que será difícil bajar este rissotto del podio. Lleva una buena cantidad y pensamos que es un plato obligatorio para pedir si venís aquí.

Como ya no teníamos más hambre pedimos la cuenta. Nos llevamos una sorpresa con el precio, 21.5€, pero descubrimos que se olvidaron incluir las samosas, por lo que la cuenta habría sido 26,5€. Las cañas son 33cl. y son a 2€. Es mejor opción que pedir una jarra a 7€. El agua de medio litro a 1.5€. La valoración calidad/precio nos parece ajustada. Encontramos en la carta platos bastante más caros y otros más baratos por lo que hay que pedir con cuidado para que no se dispare el precio. Lo aconsejable es pedir para compartir. El risotto es un poco más caro que en otros sitios, pero su calidad es mayor. Nos han comentado amigos que han ido allí que les ha pasado que han pedido sin control y el precio se ha disparado, pero claro, eso pasa también en todos los sitios. A nosotros en general nos pareció un sitio para ir sin miedo por la calidad de la comida, la presentación y los precios.

Lo mejor: la presentación, la calidad, la decoración.

Lo peor: el precio se puede disparar si no se pide con cautela.

Pepita Pulgarcita es una apuesta arriesgada, diferente, pero que han sabido llevarla muy bien combinando buena cocina, buena presentación y precios ajustados. El local está decorado con gusto y te hace sentir que estás en un sitio refinado, por ello da la sensación de que la cuenta se va a salir de madre, pero no es así. Hay una buena variedad de precios para los bolsillos más ajustados como para los que les gusta ir a pajera abierta. La atención nos pareció buena, pero estábamos solos así que no sabemos como será los fines de semana cuando esté lleno. Destaca su carta de vinos con propuestas diferentes y originales. Nosotros no somos muy de vino pero sabemos que cuentan con una muy buena bodega y bien recomendada. En resumen es un bar moderno, en el que poder disfrutar de un tapeo de calidad a buen precio. El sitio perfecto al que llevar a tu pareja o a tu grupo de amigos más exquisito de picoteo para quedar como un rey.

VALORACIÓN

Comida: Buena variedad en la carta, muy buena presentación y elaboración.

Precio: Ajustado.

Atención: Buena, aunque no sabemos qué tal será cuando esté lleno.

Ambiente: Muy bueno y decorado con gusto.

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