EL MALLORQUÍN

Posted by Comiendo por Murcia on 29/10/2013 · 3 comentarios 

¡Hola de nuevo a todos! Esta semana hemos estado muy productivos y hemos vuelto a salir a descubrir sitios nuevos. En esta ocasión ha sido «El Mallorquín», un local por el que hemos pasado unas cuantas veces y por fin nos hemos decidido a probar. Está en la calle Joaquín Costa, al lado del Sicilia en Boca y La Bernarda, no tiene pérdida. En este tramo tan pequeño de calle podemos encontrar 3 de los sitios que más nos han gustado hasta ahora, cada uno con diferente cocina y con su propia identidad.

Es un sitio pequeñito, con cuatro mesas dentro, una barra para tapear y una pequeña terraza en la plaza de enfrente. La decoración está muy cuidada donde predomina el blanco y el aire Mediterráneo y marinero. Hay mucho reciclaje en la decoración y podemos ver lámparas hechas con objetos cotidianos como latas, tambores de lavadora, etc. Predomina la evocación a la isla de Mallorca y un gran mapa antiguo de la isla ocupa gran parte de una pared. Se ve la cocina desde un pequeño ventanal que comunica con el comedor, cosa que nos gusta. Pese al espacio reducido se hace muy acogedor.

Tanto la terraza como el interior estaba al completo la noche que fuimos y justo en ese momento se iba una pareja y ocupamos su mesa. Estábamos un poco apretados pero cómodos. Pedimos una botella de agua y un tercio mientras decidíamos qué cenar. La carta es sencilla, completa y bien dividida en bocadillos de diferentes tamaños y precios, tapas, ensaladas, especialidades mallorquinas y los postres. La bebida va bien surtida y encontramos cervezas de calidad como la Innedit de Ferran Adrià, vinos, licores mallorquines de hierbas y copas a buen precio. Como también preparan desayunos tienen varios tipos de zumos naturales, cafés, tostadas y repostería casera.

Esa noche no teníamos mucha hambre y nos apetecía algo ligero. La camarera nos aconsejó muy bien y pedimos para compartir un quiché de verduras y otro de carne, coca de trampó, ensalada de aguacate, atún y palmito y cuscús.

Nos sirvieron en primer lugar el quiché de verduras y el de carne. El de verduras estaba espectacular, con un sabor muy agradable a hierbas aromáticas. Llevaba calabacín, bechamel, tomate y cebolla sobre una masa de hojaldre; casando muy bien el salado con el dulce de la cebolla, todo gratinado en el horno y calentito. El de carne es muy parecido al de verduras solo que en vez de llevar calabacín lleva carne picada muy jugosa. Muy ricos los dos pero nos quedamos con el de verduras.

A continuación llegó la coca de trampó. Es una interpretación de la ensalada mallorquina y consiste en una masa fina, con un sabor muy agradable a aceite de oliva y crujiente de hojaldre con espinacas y pimiento rojo, todo ello al horno. La presentación es original como se ve en la foto. Es algo que no habíamos probado nunca y nos encantó. Los ingredientes son frescos y se nota en cada bocado. Los sabores combinan muy bien y el crujiente de la masa le da un toque muy bueno.

Después le llegó el turno al cuscús. Hace tiempo que no lo tomábamos y nos apetecía probarlo. Es una tapa adecuada para dos personas, servida en una cazuelita de barro. El cuscús viene acompañado de calabacín, tomate, setas, un chorrito de aceite de oliva y romero. Está suelto, tiene un sabor agradable por las hierbas aromáticas que lleva y los ingredientes combinan bien entre ellos. El aceite hace que se quede suave y meloso.

Ya por último nos sirvieron la ensalada de aguacate atún y palmito. Lleva una buena cantidad, buenos ingredientes adicionales y una presentación cuidada en una fuente de metal. Merece la pena venir sólo por las ensaladas. Además de los ingredientes principales incluye maíz, brotes y germinado de soja, garbanzos, tomate y semillas de amapola. Muy refrescante y contundente por el atún y el aguacate. Las semillas le dan un regusto final muy bueno. Después de ésto quedamos empachados. Creemos que es la mejor ensalada que hemos probado.

No nos cabía nada más y pedimos la cuenta. Salimos por 21€. La cerveza 2€ y el botellín 1€.  Lo más caro fue la ensalada, 7€, aún así un gran precio por la calidad y la cantidad. Los precios son sencillamente inmejorables. La carta en general mantiene un rango de precios ajustado y creemos que la cuenta puede tener poca variación si vamos en otras ocasiones. Tienen cerveza Innedit, que por 6€ 75 cl. puede ser una buena idea pedirla para probarla. Si es caro o barato no entramos a valorarlo, sólo decir que es casi como pedir una jarra de litro y su sabor no tiene comparación.

La comida es casera, hecha con mimo y se nota. La calidad está en la frescura de los ingredientes y en la originalidad. Han recreado la gastronomía y el entorno tradicional de Mallorca de manera sobresaliente. Un sitio auténtico para sorprenderte por su comida sencilla y cuidada y su gran precio. Tienen desayunos con repostería casera y zumos naturales que pueden ser una buena opción también si vives por la zona.

Lo mejor: el precio, la calidad, el ambiente agradable.

Lo peor: que el local es muy pequeño.

«El Mallorquín» es uno de esos bares que tiene su propia personalidad. La comida y el ambiente van de la mano a la hora de recrear sensaciones. En este caso Mallorca y su aire Mediterráneo. Una cocina elaborada con cariño y que se nota que le ponen interés. Ingredientes naturales y frescos, comida y productos tradicionales y una buena atención hacen del Mallorquín sus señas de identidad. Es un ejemplo de que con poco se puede hacer mucho: cosas sencillas y muchos detalles. La comida es muy buena y original, tiene calidad, las raciones son buenas, los precios muy ajustados…¿qué más se puede pedir?

VALORACIÓN

Comida: típica mallorquina elaborada con esmero y cariño.

Precio: Muy bueno.

Atención: buena y atenta, sabiendo aconsejar.

Ambiente: muy acogedor, local pequeño pero bien aprovechado, decoración cuidada.

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